Una dieta carencial nos lleva a estado de malnutrición que a la larga puede desenlazar en graves consecuencias.
El reparto calórico va proporcionado en relación al peso o a las calorías.
La variación también va en función de la actividad física, edad, épocas de crecimiento, embarazo y lactancia o recuperación de lesiones donde suele haber una mayor demanda proteica.
El reparto calórico va proporcionado en relación al peso o a las calorías.
La variación también va en función de la actividad física, edad, épocas de crecimiento, embarazo y lactancia o recuperación de lesiones donde suele haber una mayor demanda proteica.
En dietas normocalóricas (hasta 3000 kcal) el porcentaje de calorías en función de los alimentos sería del 50-60% de Carbohidratos, 25-30% de Lípidos y 15-20% de Proteinas
Es importante un buen reparto calórico a lo largo del día: un buen desayuno rico en carbohidratos originarios de cereales integrales que poseen un indice glicémico bajo y nos permiten unos niveles estables de glucosa por encima de las cifras basales, sin picos, nos aporta un rendimiento sin fluctuaciones, sería ideal un buen muesli para comenzar el día.
La comida, o almuerzo, también tiene su peso dentro de la alimentación, aún así no conviene abusar dandole todo el peso, es bueno dosificar los alimentos y tener un estómago sin demasiada carga alimenticia que potencia la pesadez y una disminución del rendimiento mental por deficit de flujo sanguineo cerebral, puesto que la sangre ha ido al estómago para potenciar la digestión. Es mejor más veces pero menos cantidad, todo dentro de unos parámetros, tampoco se debe estar comiendo todo el día, el reposo del estómago es muy saludable.